Testimonios de pacientes

Elena

«Estaba totalmente insatisfecha con mi relación sexual en pareja. Era un auténtico desastre: no me encontraba cómoda en mis relaciones y, lo peor de todo, no encontraba satisfacción ninguna. Esto estaba poniendo en duda continuar con mi pareja. Una amiga me recomendó acudir a sesión con Om Psicología & Biogestalt. Allí me sentí cómoda y comprendida, y eso me hizo arrancar en mi trabajo terapéutico y fui encontrándome a mí misma y dándome cuenta de mis limitaciones ante el placer y mi poca decisión para pedir lo que quería en mis encuentros sexuales. En este sentido, los ejercicios de bioenergética me permitieron conectar con mi cuerpo y mis emociones de manera más real y profunda, permitiéndome acceder al placer por primera vez en mi vida. Esto me hizo poner límites a lo que quería de mi pareja y a mi relación. Las técnicas y herramientas adquiridas hicieron que mi relación fuera a mejor y tengamos ahora, tras la terapia, una vida sexual sana y satisfactoria.»

Marcos

«Mi motivo de consulta fue por un problema de eyaculación precoz. Para quien no lo haya vivido, no podrá imaginarse el suplicio que puede significar ser un eyaculador precoz. Esta disfunción convertía mis encuentros sexuales en una total frustración hasta tal punto que evité relacionarme, ni tener pareja, para no vivir la vergüenza y dolor que me producía esta dificultad. Acudí a sesión al descubrir informes y noticias sobre Om Psicología & Biogestalt y su forma de trabajar. El primer paso consistió en descartar problemas de tipo físico. Comencé con las sesiones, ejercicios específicos y trabajos de bioenergética. Fui consiguiendo sentirme más seguro conmigo mismo y, por lo tanto, en mis prácticas sexuales, que dejaron de convertirse en un examen a pasar. Fue muy importante para mí el sentirme escuchado y comprendido.

Conocí a una chica, pero mi miedo a fallar era terrible, y esto hacía que postergara el momento de mantener relaciones sexuales con penetración, así que la terapia se centró en trabajar mis miedos y mis expectativas. Decidí darme la oportunidad de arriesgarme y, por primera vez, fui feliz de verdad. Aún recuerdo mis lágrimas al haber podido mantener una relación sexual sin el miedo previo a eyacular rápidamente. El trabajo terapéutico realizado, conjuntamente con mi sexóloga, cambió mi vida sin duda.»

Marta

«Tardé 27 años en poder hablar sobre mi problema en consulta. Para mí, fue más sencillo evitar las relaciones sexuales. Convencerme de que no las necesitaba. Asumir que era una frígida, como tantas personas me llamaron. No aceptaba que me pudiera pasar a mí. Sufrir vaginismo. Preferí entender que el sexo era algo asqueroso que no necesitaba en mi vida y que por eso mi cuerpo me lo negaba. Llegó un momento que no pude seguir autoconvenciéndome. Que me sentía muy frustrada y enfadada conmigo. Llegué a odiar ser mujer.

Cuando me hablaron de Om Psicología & Biogestalt, dejé la tarjeta colgada en la nevera durante cuatro meses. Me sentía incapaz de dar el paso y, cuando me decidí a llamar, colgué rápidamente. Casi me muero cuando me devolvieron la llamada al terminar de trabajar. Pensaba que no había dado tiempo de grabarse. Y ahí estaba yo, llorando al otro lado del teléfono, y allí estaba mi futura terapeuta, dejando que lo hiciera, sin prisas. Como le dije la primera vez que la vi en persona, me gustó su voz, me calmó, y ya cuando comenzamos a trabajar… sentí que era la profesional que necesitaba. Siempre respetó mis ritmos, me acompañó con profesionalidad y cariño. Si hace dos años alguien me hubiese dicho que sería capaz de masturbarme y mantener relaciones sexuales, no le hubiera creído.Es más, me habría enfurecido, y hoy, esto es posible. Hoy he sido capaz no sólo de superar una dificultad que me estaba atormentando, sino que he aprendido muchas cosas de mí, de mi relación con los demás, con los hombres en particular. De la importancia que tiene el placer. Me han invitado a contar mi experiencia y estoy encantada de hacerlo. Es más, aprovechando este anonimato, dejo plasmado en estas líneas que dentro de mí llevo un bebé de tres meses y medio. Jamás, jamás, jamás, me lo hubiera imaginado.

Invito a todas las personas que piensan que su situación no tiene solución y que se sientan muy mal por ello (de verdad que sé muy bien cómo se pasa) a atreverse a pedir ayuda profesional. ¡Merece muchísimo la pena!»

Próximos talleres